viernes, 25 de junio de 2010

Iglesias

Éste sábado pasado fue el aniversario de la muerte de mi padre, y como siempre, por respeto a sus creencias y las de mi madre, fui a la Iglesia.
Una misa en honor a los difuntos coincidió también con la unción de enfermos.
¿Todavía se hace eso? Me preguntó una amiga ayer, pues parece que sí. todos los años...
Pero no quería hablar de las costumbres de la Iglesia, y sus ceremonias, sino de la gente que va a ellas.
Me vi rodeado de gente mayor, edades muy superiores a la mía, yo era como un alto pilar pero que no sostenía nada, porque quienes sostienen todo eso son esas personas normalmente bajitas y encorvadas. Ver esa gente me hizo reflexionar como podía continuar en el futuro la Iglesia "viva", pese a que tengan el "tinglado" bien montado captando a niños con bautizos, comuniones, scouts y confirmaciones.. Veo al mundo caminar hacia otro lado. Ni me gusta ni me deja de gustar, me es un poco igual, pero si que me pareció.. curioso.
Y allí, entre salmos que desconocía para escarnio de mi familia, fue pasando al ceremonia, en la que tenia la sensacion de que las "santas y santos" pugnaban por ser "mejores".
Acudir raudo con tus entumecidas piernas a recibir la bendicion del padre el primero, o retrasarse a proposito para ser el último y tener unas miradas extra de admiracion, devocion, pleitesia.. y tonteria.

Pues eso, el año que viene.. más. Amen.

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